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LA TRANSAMAZONICA

  • Historia - 2
  • 18 nov 2015
  • 5 Min. de lectura

Cuando me dieron la noticia que nos íbamos para Brasil, empecé a dar brincos en círculo lo más rápido que pude, fue tanta la dicha que me hice un poquito de pipí en el suelo, otra vez!

Lo más lejos que yo había viajado era a Girardot y Villa de Leiva los fines de semana, pero esta vez mis orejas alcanzaban a percibir una tensa calma en el ambiente, esto era más grande, mis humanos hablaron y planearon el viaje hasta la madrugada, me miraron varias veces a los ojos como convenciendo ellos mismos de que si valía la pena dejar todo y hacerlo real, hablaron de sus sueños y lo que querían, finalmente se decidieron por Fortaleza en Brasil.

Normalmente con mis amigos nos íbamos de camping a las afueras de la ciudad los fines de semana, al principio fue difícil acostumbrarme a surfear en la carretera, un par de veces me vomité, pero rápidamente me lo comía otra vez para que no se regara por todo el carro, cuando llegábamos todo cambiaba, aprovechaba y me tragaba todo lo que me encontraba en el pasto, le ladraba a las vacas, corría y las cosquillas de la hierba me olían diferente, el visual se convertía en una laguna plateada llena de algas, las estrellas eran más brillantes y en ocasiones pude encontrar un nido de pájaros para colaborar con la comida de ese día. Una noche de esas, que no puedes verte ni las patas de lo oscuro que está, nos tiramos en el suelo a mirar las estrellas, pasamos horas en silencio y después de pedir varios deseos, cada uno confesó lo que más le gustaría hacer en la vida, a mi humano desde chiquito le encanta el mar, siempre habla de él, así que quiere ser documentalista de vida marina, mi humana siempre a querido tener un hostal frente a la playa y yo siempre he querido quedarme pegado a una perra brasileña que se llame Samba, así que esa noche nos prometimos hacer realidad cada uno de nuestros sueños.

Lo primero que aprendieron mis humanos fue que las alternativas de comprar un pasaje comercial para llevarme a Fortaleza en Brasil eran nulas, porque yo peso 45 kilos y en Sudamérica un perro puede viajar en vuelos comerciales** pesando como máximo 45 kilos con guacal incluido, así que las posibilidades de viajar con ellos plácidamente en avión y llegar a playas Cearenses se desvanecieron en la primera llamada a las aerolíneas que prestan el servicio. Escuchando esto poco a poco mis orejas y cola se fueron bajando lentamente. Me dio mucho miedo, me vi en una guardería fría y con paredes blancas a las afueras de la ciudad abandonado aullando todas las noches sin consuelo. Pensando en eso me fui al parque con mis humanos, esa noche yo estaba preocupado y un poco rayado por la información de los aviones, el hecho de pensar de estar sin mis humanos me erizaba los pelos, cuando llegamos al parque lo que menos quería ver, era como otro perro se meaba en mi poste favorito y claro! como solo es pensarlo para que se haga realidad, pues toma! volteo a mirar y veo a un Golden Retriever los cuales detesto, no solo haciendo pipí en mi poste sino también cagandolo!

Corte siguiente yo Tango Lerner cambie a filtro rojo y me lancé encima de él mordiéndole y revolcándolo por todo el andén sin misericordia, el pobre como estaba cagando no tuvo como reaccionar y lo único que pudo hacer fue mandarme tres patadas de ahogado que esquive asertivamente, la dueña del perro empezó a gritar desesperada mientras nosotros dábamos botes mostrando todo el arsenal de dientes que tenemos, por poco la pelea se sale de control, lo último que recuerdo es estar a punto de clavar mis colmillos en su cuello y de un momento a otro vi borrosamente la cara de mi humano diciéndome que me controlara, cuando volví en sí me asuste mucho de ver la escena que había protagonizado, mi humano me cogió enseguida muy apenado y le pidió disculpas a la dueña del otro perro, cuando todo estuvo más tranquilo, le explico que yo posiblemente estaba irritable por lo del viaje y que más que agresivo estaba muy asustado, lo cual es pura mierda yo simplemente no tolero que otro perro meé en mi poste favorito, punto. Ella pregunto a donde queríamos ir y mis humanos le contaron la historia, gracias a la causalidad, la dueña del otro perro era de Leticia, cuando escuche eso hice mi mejor cara de tragedia para que me perdonaran, la señora muy amablemente nos sugirió que me llevaran por el Amazonas, que había una aerolínea de carga que muy seguramente me podía llevar hasta Leticia y que de allí salían barcos para Brasil, era más económico y llegábamos a Belem do Pará, en ese momento se les iluminaron los ojos a mis humanos mientras yo empecé a jugar y correr por todo el parque con él que antes había sido un digno rival de combate.

Mis humanos y yo fuimos al sitio que nos aconsejaron se llama COOMACHA***, allí conocimos a una señora muy buena gente que apenas la vi me cayo re bien, se acerco, me sostuvo el hocico con su mano y me miró a los ojos, en ese momento supe que todo iba a salir bien, le metí su lengüetazo por toda la cara y enseguida supe que ella también tenía perro, se dirigió a mis humanos y les pregunto que si queríamos viajar a Leticia ellos prestaban el servicio, que nos dejaban viajar por un precio muy cómodo en un avión de carga, al parecer lo único que necesitaba era un guacal apto para mi tamaño y confirmar la fecha de viaje. En ese momento mi cola tenía total control sobre mi cuerpo no podía de la felicidad, yo Tango Lerner, de raza Rhodesian con 6 años de edad, en un abrir y cerrar de ojos, me estaba embarcando en una aventura aérea, terrestre y fluvial llamada la Transamazónica.

**Info de aerolíneas Bogotá – Fortaleza

El servicio lo prestan varias aerolíneas, la mayoría tienen escalas en Rio de Janeiro y Sao Paulo, existe un vuelo directo que se consigue en Avianca Brasil pero toca comprarlo en Brasil porque en Colombia no lo venden y cuando se compra por internet accediendo a la página de Avianca Brasil piden información como el CPF que es un documento Brasileño. Si tienes un amigo en Brasil es una opción.

***Info de COOMACHA para volar a Leticia y hacer la Tranzamazónica.

Cooperativa Multiactiva del Amazonas, hablen si es posible con Erika.

Av El dorado # 103 – 22 Entrada 2 interior 7- Bogotá – Colombia-Lineas Aereas Suramericanas.

Telefonos: +(57) 311-278-9381 / +(57) 311-278-9394 / +(571) 413-5972

http://www.paginasamarillas.com.co/empresa/cooperativa+multiactiva+del+cdotamazonas+coomacha-bogota-15614482

tips:

***Info de empresas de carga que transportan perros grandes a las principales ciudades de Brasil

Las empresas que prestan el servicio son TransAnimal cargo o Pet Cargo entre otras, a nosotros nos atendieron muy bien en TransAnimal cargo, nos enviaron cotización por mail y estuvieron siempre muy pendientes, lastimosamente no tenían el servicio para Fortaleza o una ciudad cercana, los teléfonos son 7824675 -3102587697 – dirección es CR 70 C N° 54 18

Web: www.transanimalcargo.com

 
 
 

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